Para la impresión de estas casas se utiliza un material que una mezcla de cemento con fibra de cristal y una impresora 3D que tiene unas dimensiones poco comunes de 150 metros de largo, 10 metros de ancho y nada más y nada menos que 6,6 metros de alto. Su precio se desconoce aunque a buen seguro no será nada económica para que cualquiera la pueda comprar en el Carrefour e imprimirse su propia casa.
“Podemos imprimir edificios de cualquier diseño digital que nuestros clientes nos traigan. Es rápido y barato”
Otra de las grandes ventajas de estas casas impresas es que estarán listas en un solo día, el cliente sólo deberá de escoger el modelo de vivienda que quiere y en menos de 24 horas la tendrá lista y preparada para empezar a cablear y amueblar.
“Los residuos industriales de edificios demolidos están dañando nuestro medio ambiente, pero con impresión 3D, que es capaz de reciclar los residuos de construcción y convertirlos en nuevos materiales de construcción, se crearía un entorno mucho más seguro para los trabajadores de la construcción y podríamos reducir considerablemente los costos de construcción”
La impresión 3D lo está cambiando casi todo y después de ver como se han empezado a imprimir las primeras viviendas en China ahora habrá que esperar a ver cuál es el siguiente paso y ver si en unas pocas o semanas podemos ver a las primeras mascotas impresas en 3D.