Los coches autónomos comenzarán a circular por las calles de las ciudades de medio mundo en más o menos poco tiempo, generando varias preocupaciones para las personas, que seguiremos caminando por las aceras como hasta ahora. Entre estas preocupaciones destacan los problemas que puedan ocasionar a la hora de circular y es que quien más quien menos tiene serias dudas de si podrán circular sin problemas y sin chocar, ya sea entre ellos o con alguno de los muchos obstáculos que hay en las calles.
Para evitar estos choques, la conocida compañía Bosch ha presentado un sistema de radares, bautizado como Radar Road Signature, que garantizarán el correcto funcionamiento de los coches inteligentes, y evitar con ello cualquier choque, ya sea grande o pequeño y que pueda acarrear problemas, a los que nadie ni nada debería de exponerse.
De momento no han trascendido demasiados datos sobre este nuevo radar, pero gracias a él se podrán tener interconectados todos los coches autónomos que circulen en una ciudad o en una zona concretamente. Con esto se podrá mantener el tráfico bajo controla y evitar con ello cualquier colisión o problema que pudiera surgir.
Gracias a la inteligencia artificial cualquier coche autónomo recopila diferentes datos para la conducción, entre los que nos encontramos con la distancia con los demás vehículos, el estado de la carretera o la posición exacta de los diferentes obstáculos que existen en cualquier vía pública o carretera. A pesar de la enorme cantidad de datos que recopila cualquier coche inteligente, pueden ser pocos a la hora de que se tome una decisión, para lo que entrará en escena el nuevo radar desarrollado por Bosch.
El funcionamiento de este radar, es aparentemente bastante sencillo, por los pocos datos que han sido revelados, y es que recibirá información de todos los coches en la nube de la compañía, y se juntará con la de otros vehículos que circulen para crear finalmente un mapa. A partir de ese mapa la inteligencia artificial será capaz de determinar la posición de todos los objetos para evitar con ello colisiones, adaptarse al ritmo de la marcha actual y responder correctamente en situaciones de baja visibilidad.
Está claro que el futuro pasa por los coches autónomos, que a pesar de que contarán con la suficiente inteligencia para evitar colisiones, alguien debe de velar por la seguridad de las muchas personas que caminan a diario por las calles. De esto parecen que se encargarán los radares, que a buen se parecerán y mucho al anunciado por Bosch, y que podría comenzar a estar operativo muy pronto.